Miedos Infantiles

Miedos Infantiles

“Es necesario pedir ayuda si los miedos perduran demasiado o provocan un estado de ansiedad desproporcionado”

 

Por qué tienen miedo los niños:

– Temer a los extraños, a separarse de sus padres, a la oscuridad, al colegio… son miedos evolutivos. Son temores comunes a casi todos los niños, propios de una etapa evolutiva concreta. Están asociados a las distintas fases del desarrollo y van variando a medida que evolucionan las características cognitivas, sociales o emocionales de los niños.

 

– Los miedos no son motivo de grandes preocupaciones, pero si son tan intensos y persistentes que repercuten negativamente en el desarrollo del niño, en su vida cotidiana o en sus estudios, y la familia, a pesar de sus esfuerzos, no sabe cómo manejar la situación, sería conveniente pedir ayuda psicológica.

 

 

Miedos según la edad:

– Durante el primer año, lo que más los sobresalta es la pérdida de sustentación, los ruidos fuertes, los extraños y separarse de sus padres.

 

– A partir del segundo año, descubren que hay animales que les pueden hacer daño, que no les gusta la oscuridad, que se angustian cuando se hacen alguna herida y que los asusta lo desconocido. Por ello, siguen sin querer separarse de los padres.

 

– Con 3 y 4 años sus miedos se hacen más patentes. Su imaginación les juega malas pasadas y elucubran acerca de los monstruos que se esconden en la oscuridad. También los asusta el daño físico y aparece el miedo a los fenómenos naturales (truenos, viento, terremotos).

 

– Al llegar a los 5 y 6 años, mantienen el miedo a separarse de sus padres, a los animales, a la oscuridad y al daño físico, pero además se suma el miedo a seres malvados (ladrones, secuestradores) y personajes imaginarios (brujas, fantasmas, el “coco”, personajes de dibujos animados). Tampoco les gustan los médicos, sobre todo si llevan bata blanca, y los preocupa la enfermedad y la muerte.

 

– El niño de 7 y 8 años sigue teniendo miedo a la oscuridad, a los animales y a los seres sobrenaturales, y añade su temor a hacer el ridículo por la ausencia de habilidades escolares, sociales o deportivas.

 

– De 9 a 12 años disminuye su miedo a la oscuridad y a los seres imaginarios, pero ahora son especialmente sensibles al colegio (exámenes, suspensos), a la aceptación social (integración en el grupo, aspecto físico), a la soledad, a la enfermedad y a la muerte.

 

 

Cómo ayudar a superar el miedo:

  • Identificar lo que produce miedo a través de una evaluación psicológica.

 

  • Tratamiento cognitivo. Hablar sobre las cosas que le causan temor.

 

  • Proporcionar técnicas y estrategias con el objetivo de superar el miedo.

 

  • Ayudar a enfrentarse de forma gradual reforzando y premiando los avances.

 

  • Fomentar su autoestima y autonomía.

 

  • Enseñar a reducir la ansiedad a través de técnicas de relajación adaptadas.

 

  • Identificar y controlar todas las variables del ambiente.

 

  • Ofrecer al niño una visión positiva del mundo. Hay que enseñarle a no preocuparse excesivamente por las cosas y a encontrar soluciones a los problemas que le surjan.