Hipocondría

Hipocondría

“La hipocondría es un trastorno en el que la persona interpreta síntomas somáticos como enfermedad.”

 

¿Qué es?

– Las personas hipocondríacas sienten una preocupación frecuente, infundada y profunda sobre su salud. Es importante comprender sus riesgos y ser responsables para evaluar los síntomas que podamos sentir.

 

– Incluso hay casos de personas que ha somatizado los síntomas de la afección que cree tener. Esta situación puede ocurrir tanto en niños como adultos.

 

 

Síntomas de la hipocondría:

– Convicción o temor profundo de padecer una enfermedad basado en interpretación personal de los síntomas.

 

– Interrupción de estilo de vida normal por culpa de esta preocupación.

 

– El temor se extiende pese a la realización de análisis médicos y consultas con especialistas.

 

– En casos graves, se presentan cuadros de ansiedad o, incluso, delirio.

 

 

Posibles causas de hipocondría infantil:

– Tener una relación estrecha con un familiar hipocondríaco.

 

– La sobreprotección causa inseguridad en los niños, más aún si constantemente se les previene de enfermedades.

 

– Necesidad de llamar la atención quejándose de dolores físicos. Si no se detiene a tiempo se convierte en una mala costumbre y deriva en hipocondría.

 

– El recuerdo de una enfermedad dolorosa, o vivir cerca a un familiar que padece una enfermedad grave.

 

 

Tratamiento de la (dificultad):

– Una vez que se detecta que un paciente es hipocondríaco y que accede al tratamiento, se definen claramente con el paciente los objetivos de la terapia, que son que pierda la angustia y el miedo a la enfermedad que teme.

 

– Hay que enfrentar el miedo a la enfermedad y a la muerte. Para ello se comienza un trabajo de desensibilización ante la enfermedad y la muerte de forma que se sitúe el miedo que causan al paciente en términos razonables. Se emplea la desensibilización en la imaginación a situaciones temidas y evitadas, para que finalmente el paciente pueda acercarse a ellas sin angustia y sin miedo.

 

– El paciente puede entonces comenzar a reinterpretar sus sensaciones corporales y sentir también aquellas que son agradables o neutras y su cuerpo deja de ser una fuente de dolor o temor y se puede convertir en un generador de placer y confianza.