Desmotivación

Desmotivación

“Si piensas que tu hijo puede sufrir de desmotivación, en Personaliza podemos ayudarte.”

 

¿Qué es?

– La motivación es el combustible que hace que nuestra mente se ponga en marcha y llevemos a cabo unas conductas u otras. Pasamos a la acción gracias a que sentimos una motivación que nos impulsa a ello. Si no tuviéramos motivación permaneceríamos estáticos y no interactuaríamos con nuestro ambiente.

 

– Pensar en niños es sinónimo de energía, vitalidad, curiosidad, diversión y juego. Si observamos apatía o desmotivación en los niños quiere decir que algo no va bien.

 

– La desmotivación es un problema que pueden sufrir los hijos en algún momento de su crecimiento, ya sea por pereza o problemas en su rutina diaria.

 

 

Síntomas de la desmotivación en niños:

– Un niño desmotivado no tiene ganas de hacer nada, ni tareas, ni juegos.

 

– No siente el impulso por ninguna afición.

 

– Se muestra con falta de energía, apático.

 

– Tiende a parecer un niño perezoso.

 

– No muestra receptividad para realizar ninguna actividad.

 

– Realiza solo las tareas que se les exigen, sin ningún tipo de iniciativa.

 

– No disfruta de desarrollar ninguna actividad.

 

– Todo lo hace rápido, simplemente por cumplir.

 

 

Posibles causas:

– Problemas de sociabilidad o de interacción con el entorno. Tener pocos amigos o sufrir acoso en la escuela hacen que el niño se siente triste continuamente y por tanto se sienta desmotivado.

 

– Problemas de alimentación. El cuerpo humano necesita energía y si no está bien alimentado es muy probable que no tenga fuerzas ni ganas de hacer cosas.

 

– La baja autoestima, el miedo al fracaso también pueden ser factores que produzcan desmotivación.

 

 

Tratamiento para aumentar la motivación:

– Conocer y explorar aquellas actividades del niño con las que pueda disfrutar.

 

– Ofrecer apoyo y control sobre todas las tareas que debe desempeñar. Con alegría y de manera óptima, hacerles ver la necesidad de que ellos solos pueden conseguir todo aquello que se propongan.

 

– Realizar y detallar premios y castigos a la hora de realizar sus obligaciones. No obstante, no se debe recurrir con frecuencia a la motivación por premios; el niño puede limitarse a hacer sus labores solo por la recompensa y no por convicción de que es su deber.

 

– Es necesario enseñarles a ser autónomos, tener libertad de pensamiento y acciones y llenarlos de opciones para que puedan tomar sus propias decisiones.